jueves, 22 de abril de 2010

Quórum: si el macrismo no lo da "es PRO"


Corridas en la Legislatura porteña

Una insólita situación se vivió en el recinto porteño cuando legisladores oficialistas debieron ocupar sus bancas para evitar la interpelación de un ministro de Macri.

La posibilidad de citar a la Legislatura porteña al ministro de Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, para ser interpelado, generó una curiosa escena. Los diputados del macrismo, que permanecían fuera del recinto tras dejar casi sin quórum la reunión parlamentaria, debieron reingresar al salón a las corridas para frenar la aprobación del proyecto de la oposición.

La situación ocurrió cerca del final de la sesión ordinaria de la Legislatura, cuando se estaba por tratar un pedido de informes referidos al cumplimiento de la ley de residuos urbanos, que busca la reducción de desechos domiciliarios, motorizada por el legislador Adrián Camps.

En ese momento, la totalidad del bloque PRO, es decir, los 26 diputados, dejó el recinto, al parecer, para no dar el quórum necesario al debate de la iniciativa vinculada con la ley de basura.
La ausencia del oficialismo porteño motivó que el legislador ibarrista Eduardo Epszteyn aprovechara la ocasión y le pida al vicepresidente primero de la Legislatura, Oscar Moscariello, que le diera a los diputados la posibilidad de votar el proyecto que contempla la interpelación al ministro Montenegro.
Así fue como los asesores de los legisladores macristas, celulares en mano, iniciaron el rastrillaje de sus jefes para que regresaran lo antes posible al recinto, al tiempo que Moscariello adujo que el secretario parlamentario no encontraba el proyecto de pedido de interpelación entre la lista de expedientes.
Mientras la votación era demorada, la legisladora Gabriela Cerruti, autora del proyecto de citación a Montenegro, buscó rápidamente el texto, que le fue alcanzado a Moscariello para su lectura y posterior tratamiento en el recinto.
Paralelamente, los legisladores del bloque que conduce Cristian Ritondo comenzaron a entrar por los diversos ingresos con que cuenta el recinto de la Legislatura y a sentarse en las bancas vacías, ante los aplausos de los diputados de la oposición.
La convocatoria a Montenegro, en el marco de las denuncias por espionaje, finalmente no fue aprobada dado que la concurrencia de un funcionario al recinto requiere del respaldo de los dos tercios del cuerpo parlamentario.
Para el legislador Martín Hourest, la conducta del PRO "fue una práctica que usan sistemáticamente tras descubrir que la mayoría de la Ciudad votó una Legislatura de composición distinta” y sostuvo que el macrismo "se levantó de la sesión en el marco de una estrategia política que les resultó fallida”.

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